Mi hijo y yo, en uno de mis lugares favoritos: El aeropuerto de Barcelona
"Love's divine" Seal
Hace mucho tiempo que me rondaba una idea. Excusas eternas fueron postergando el momento de convertir esa idea en una realidad. No estoy preparada. No sabré hacerlo. Puedo herir a terceros. No gustará. Lo dejaré a medias. Me falta formación. Me abandonará la inspiración...Bla, bla, bla...Llegó el momento. Así de sencillo.
Las últimas entradas han sido coletazos que han dado mis dedos sobre el teclado, resistiéndose a aceptar lo evidente. A escuchar "la llamada"
Este blog nació hace 3 años y 9 meses y gracias a él he aprendido a moverme por la red, y lo que es mejor, a moverme por el laberinto de mis emociones y de mis pensamientos. Me ha acompañado, ha sido mi confesor, mi "amigo" incondicional. Me bastaba encender el ordenador, y podía deshaogarme hasta quedarme vacía. Aquí me tomé la temperatura a mí misma. Me pregunté: " A ver Carme ¿qué quieres contar? ¿cómo quieres hacerlo?" Dando así unos muy torpes pasos en esto de la escritura. Sé que no soy ni tan siquiera una aspirante a escritora, y no me cabe ninguna duda de que errores de todo tipo campan por todo "Mi plan de viaje" pero de lo que estoy muy contenta es de mi propia evolución personal.
No me he sentido sola. Sé que detrás de estos textos, de las fotos, han habido lectores que me han seguido en menor o mayor grado de implicación. Aquí ha sido dónde me he refugiado cuando me he sentido sola allí fuera...
Lectores que llegron aquí por casualidad, algunos a los que les dí yo misma el enlace, otros por recomendación de alguien. Los que nunca me han dicho ni una palabra escrita, los que lo han hecho escondiéndose en el anonimato que presta internet. Los que me han leído y seguido sin faltar ninguna semana, pero que nunca se han tomado la molestia de alentarme con un comentario. Y el único lector que no ha fallado ni una vez desde que conoció mi blog: Víctor. A tí quiero darte las gracias especialmente porque no sabes las sonrisas que me has sacado al ver que ahí dejabas tu huella. Los ánimos que me has dado más de una vez sin pretenderlo. Y a todos los que me habéis felicitado, a todos los que os he hecho pasar unos minutos de reflexión, de sonrisas, de saber algo más de mí, o tal vez de vosotros mismos.
Aquí llegué hablando en singular, y salgo hablando en plural (mi hijo y yo) he ido superando una a una las fases de mi divorcio, asimilado desamores, amistades que no lo eran, burlas, errores que cometí, tropiezos, sueños rotos, he vertido parte de la vergüenza cuando me he sentido una fracasada, he venido a exhibir mi orgullo cada vez que he conseguido un triunfo.
Todo esto ya hace que Mi plan de viaje sólo me haya aportado cosas buenas.
Pero nada dura para siempre. Todo inicio tiene su fin. Y siento que la hora de dar por concluido Mi plan de viaje ya ha llegado. Un nuevo proyecto me aguarda. Aunque quisiera, no puedo retrasar más el ponerme manos a la obra. Es algo que lleva demasiado tiempo llamando a la puerta. Ha urdido diversas formas de ponérseme delante y siempre lo he esquivado. Hasta hoy.
Y me voy como llegué...con una entrada que no es otra cosa que una salida.
Cierro la puerta con una sonrisa y con mucha emoción. Pena porque, por mucho que se empeñe la moda, en realidad nada vuelve. Todo lo vamos dejando atrás. Aquí quedan buenos recuerdos, sonrisas, lágrimas de aprendizaje...cada cosa en su lugar y mecido en la calma que acompaña al silencio. A partir de hoy, sólo el polvo se acumulará entre estos escritos.
Como decía Forrest Gump "la vida es una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar" y así es como me siento; no sé qué ocurrirá a continuación. Desearle a todo lector que sepa reconocer la felicidad. Que pueda descubrir cuál es su camino, y sobre todo que sea fiel y honesto consigo mismo.
Os envío un abrazo, un beso y amor. El amor, ése motor que mueve el mundo, y que a veces parece una quimera. Y recuerda: SÓLO TENEMOS UNA.
Soplan nuevos vientos. Gracias por acompañarme éste tramo del camino.