domingo, 24 de octubre de 2010
GRANDES MENTIRAS II
Creo que estamos malinterpretando fatal lo que es querer a una persona. Queremos con condiciones, de forma interesada, esperando algo a cambio, pasamos por encima de la libertad de la otra persona.
Seguro que si miras a tu alrededor, encuentras más de una relación con esta érronea forma de amar.
Cuando se ama, deberíamos desear la felicidad de esa persona, aunque no sea a nuestro lado.
El viernes, un compañero de trabajo me habló de su novia, y le pregunté cómo se conocieron. Una historia muy bonita, la verdad.
Él acababa de terminar una relación de la que se llevó la peor parte. Conoció a su actual novia, pero él le dijo que no podía comprometerse, que acababa de salir de una relación. Pero que con ella estaba muy a gusto, muy cómodo, pero que de compromisos nada. Ella aceptó y decidió esperar por si algún día ocurría el milagro.
Y así empezaron a llevar una relación de pareja, pero sin .la etiqueta. Incluso, él había tenido algún escarceo puntual y superficial en alguna salida de sábado. Pero siempre volvía a ella.
Cuando salía el tema, y ella le preguntaba si estaba listo para una relación, él le decía que no quería hablar de ello porque se sentía agobiado. Un día, para dar por zanjado el tema, le dijo: "el día que decida pedirte una relación oficial no lo olvidarás jamás" (se me puso la piel de gallina)
Y así estuvieron un año y medio. Hasta que un día, mi compañero, le dijo a su "amiga" que se vistiera para una ocasión especial y esperase que la fuese a recoger. Para ello, alquiló una limusina, dieron una vuelta por la ciudad mientras tomaban champán, y después de una cena romántica en un restaurante escogido para la ocasión, la llevó a un hotel, que tiene habitaciones espectaculares. La suya se convertía en la bóveda celeste al apagar la luz.
¿Qué hizo que mi compañero decidiera dar el paso y comprometeres? Me respondíó que no hay una mujer que le llene y le entienda tanto como ella. Llegados a este punto me puse a llorar. Mi compañero se sorprendió, pero intentó consolarme. La historia me pareció preciosa. Como un cuento con final feliz. ¡Como para no emocionarse! Qué pena que llorar ante algo así, en público, delante de un compañero de trabajo, esté visto como algo fuera de lugar.
Supongo que soy una romántica...ingenua, ilusa, así que yo decido ser fiel a mí misma y coherente. Cuando amamos, amamos sin condiciones, sin esperar nada a cambio. El amor brota de nosotros. Y nuestro único deseo es ofrecer refugio, felicidad, placer, alegría a la otra persona.
Aquí estaré, y si mientras ocurre el milagro (ocurrirá, estoy segura) mi amor volverá a mí multiplicado.
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Imposible no amar, no sentir, no dejarnos la piel..
ResponderEliminarCarme, shibumis de luz y vida para la semana q empieza y muchísimos besos desde El País de los Bosques, en el q me gustaría q participaras..
Si quieres, vísitanos y me comentas, sí?
Bss!
Male.
Buenas Carme! Como estás? Hay noticias nuevas... Al final no vienes a Madrid no?? Yo el Viernes no trabajo en todo el día al final, así que si al final decides venirte, por aquí estaré.
ResponderEliminarLlámame cuando quieras.
Besos!!
Malena, pásame el link please! que sí que quiero leerte :-))
ResponderEliminarVíctor, pues no voy a Madrid. No acompañan las circunstancias. Pero no me puedes dejar así!!!!!! jajajajaja
Abrazo a los dos!
CC