“ Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas en sus zapatos”
(Proverbio hindú)
Cuando no me lo han dicho, lo han pensado. Que tengo los pies feos, digo. El dedo gordo, es muy gordo. Los demas dedos, estan encogidos y los nudillos estan abultados. Todo el conjunto del pie es basto. Mis tobillos son muy anchos. Y en la parte externa, en lugar del huesecito que para muchas es erotico, tengo una bola del tamaño de una bola de billar, supongo que es una retencion de liquidos...la tengo desde niña. Y apenas tengo puente.
Lo que nadie sabe es lo que no pregunta nunca.
Mis pies se desarrollaron llevando zapatos pequeños. Siempre mas pequeños de lo que les correspondia. Mi madre nunca tuvo dinero para comprarme zapatos. Por eso mis dedos de los pies, asi como las uñas, estan deformados.
Y una de las formas que tenia mi padre se castigarme de niña, era pegarme con un liston de madera en la planta de los pies.
La piel de mis pies, no es blanca. Tampoco tersa. Y la publicidad, el cine...nos ha inoculado que se considera bello y que no.
Mientras fui niña, el aspecto de mis pies, no me desagradaba. Al contrario...supongo que tenia otros complejos y problemas que se llevaban toda mi atencion...y mis pies, en su "fealdad" hasta me gustaban.
Hace poquito, un dia, estabamos mi hijo y yo en el sofa, despues de comer. Nos disponiamos a hacer la siesta. Mi hijo me miro el pie derecho detenidamente. Creo que era la primera vez que reparaba en esa parte del cuerpo de su madre. Le pregunté "¿Que, cariño?" Al cabo de unos segundos, me dijo "tienes los pies feos"
Camino tanto, que en mis talones hay durezas que "esteticamente" no son agradables a la vista.
Y en mis quehaceres diarios, el cuidado de mis pies, ni siquiera ocupa el ultimo lugar de la lista.
En algun momento empece a ver mis pies feos. A acomplejarme de ellos. Hasta hace muy poco.
Tuve una cita con un hombre. Estabamos relajadamente en el sofa, charlando. Yo estaba tan comoda, que me descalce. Quiza me descalce para relajarme...no estoy segura.
En un momento dado, el se quedo mirando mis pies, fijamente. Aparecio mi inseguridad. Senti tanta verguenza, que me visualice desdibujandome los pies. El no dijo nada. Solo los miro. Fui yo la que dije "Tengo los pies feos" No recuerdo que me dijo el. Pero entonces le explique que de pequeña habia llevado zapatos pequeños. "Familia pobre, ¿eh?" me respondio.
En ese momento, dejé de verme los pies feos.
Mis pies han caminado muchisimo. Me han sostenido de pie. Y siempre me han parecido una forma enternecedora de recordar una parte de mi infancia.
En la foto, mi pie y el de mi hijo.
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