domingo, 19 de diciembre de 2010

EL VENDEDOR DE ALFOMBRAS



"Devenire" Ludovico Einaudi

Cuando preparaba mi primer viaje a Tailandia, leí y pregunté mucho. Me dieron muchos consejos. Unos los seguí, otros no, y otros...otros ví que no iban conmigo.

Uno de esos consejos, fue que no me dejara engatusar por los guías, taxistas, conductores de tuk tuk, etc que quieren llevar al turista a negocios (joyerías, tiendas de alfombras, de seda...) con el fin de que compren algo. Ellos se llevan una comisión, les pagan gasolina, o qué sé yo.

A los pocos días de llegar a Bangkok, ví que a mí no me importaba que me llevaran a alguna tienda. Entraba, me paseaba y de paso me refrescaba bajo la potencia de los aparatos de aire acondicionado. Pasaba el rato viendo joyas, telas, vestidos...no me importaba.

Chiang Mai es una ciudad al noroeste del país. Allí contraté una excursión en elefante, ¡toda una experiencia! Dang, era la mujer que estaba al frente de aquélla oficina, en la avenida principal. Era una mujer divorciada, muy alegre, extrovertida y a quién le caí muy bien.
Mi última noche en la ciudad, me llevó a cenar, a un karaoke (tailandés, nada que ver con los nuestros) y a darme un buen masaje (llegué a roncar!)
Pero el día de la excursión, después del safari con el elfante, fuimos a tomar una coca-cola (congelada por favor) a un lugar en el que había tigres. Luego, quiso llevarme a un lugar dónde vendían alfombras, que sólo mirara, me dijo, y así a ella le darían un bono para gasolina. Tenía todo el tiempo del mundo, así que pensé ¿por qué no?

Lo que yo no sabía era la razón por la que llegué a aquélla tienda perdida en algún lugar de las montañas.
Entré en una tienda perfecta y deliciosamente refrescada por el aire acondicionado modo "Siberia" Paseé entre sus pasadizos. Alfombras de diferentes tamaños colgaban del techo, en las paredes, descansaban en el suelo. Estampados de diseños altamente imaginativos lo llenaban todo. Pronto perdí la orientación y me dejé llevar entre los vivos colores. Llegué a un recoveco cálidamente iluminado. Había una luz especial en aquélla zona de la tienda porque las alfombras que allí lucían necesitaban más luz para mostrar los matices de los colores y diseños en su máximo esplendor.

Y allí, parada frente a una alfombra persa de dimensiones colosales y cálidos colores me senté a descansar un momento.
No le oí acercarse. Un hombre de tez muy oscura, pelo muy negro y ojos más negros todavía, me miraba y sonreía. Vestía un traje gris oscuro, muy elegante, que resaltaba su delgadez y sus muchos centímetros de altura. Me habló de la alfombra, pero en seguida, empezamos a hablar de otras cosas que no tenían nada que ver con alfombras. Le expliqué qué me había llevado a hacer aquél viaje tan largo y tan lejos de mi hijo. Le hablé de cómo me sentía en aquél momento. Él me dijo que en Cachemira tienen un refrán que traducido sería algo así:

"Cuando dos personas han de estar juntas, no importa lo que hagan ni lo que pase. Acabarán estando juntas. Y lo mismo ocurre cuando no han de estarlo. No importa lo que hagan porque no lo estarán"

El camino de vuelta en el Toyota de Dang lo hice todavía incrédula ante el mensaje que había llegado a mí, en el cómo y en el portador.
Y hoy, más de dos años después recuerdo esas palabras, y la forma en que llegaron a mí. Sabio refrán que he podido comprobar cuán cierto es.
En el amor, no importa lo que hagas. Cuando ha de ser, sencillamente es. Cuando la mente humana campa a sus anchas, suele ser cuando se estropea, se acelera, se tuerce todo.
Es como lo que me envió una tailandesa a la que no conocía, a través de un email: Un dicho tailandés que reza: "Cuanto más corras detrás del amor, más se alejará de tí"

Así que como los pétalos del diente de león, es bueno dejarse llevar. Con calma, suavidad y aceptando.

6 comentarios:

  1. Y que te he dicho yo muchas veces jejeje...

    Bonita historia para un refrán muy cierto.

    Un saludo, feliz navidad y suerte con la lotería!!!! que aunque el dinero no de el amor ni la felicidad, seguro que ayuda un poco a esto último.

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  2. Hoy me he acordado de tí. He leído que un pasajero del AVE Madrid-Valencia, decía "mi patria son mis zapatos"

    Es cierto, me lo has dicho más de una vez. Y ¿sabes? hace muchos años oí una frase que hice mía: "El dinero no da la felicidad, pero calma los nervios" Y tu sabes que cuando uno está relajdo está más predispuesto a ser feliz ;-))

    Un beso guapo!!

    PS Me siento un poco avergonzada, tú me lees y yo a tí mucho menos....prometo hacerlo más.

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  3. La verdad que no es nada original la frase de "mi patria son mis zapatos"... pero es conocida y realmente representa lo que siento.

    Esa PS me hace gracia jejejejeje... yo te leo por gusto!!! no hace falta que me leas lo que escribo. Yo tampoco lo hago con muchos blogs porque me tendría que estar todo el día leyendo y no puedo. Los blog como los míos pienso que son para cuando vas a ir a algún lado y los lees para hacerte una idea de lo que te puedes encontrar... Luego hay gente que no se enrolla tanto y esos si se pueden leer... pero imagínate leer a Sele o a mi con todo lo que escribimos... Yo a Sele por ejemplo no le tengo al día, pero voy leyendo cosas anteriores más que las de ahora (todo depende de lo que me interese leer).

    Un saludo!

    PD: vaya tostón de mensaje!

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  4. Carme, tenía ganes de tornar-te a llegir. I no sé per què, però m'he aturat davant d'aquest artícle. M'ha encantat, què dir-te.

    Jo també necessito deixar-me anar. Deixar que el meu cos dicti el que jo vull fer. Deixar que sigui l'inconscient el que em dicti la resposta als meus dubtes... Cada vegada tinc més clar que faré allò que fa tant de temps que vull fer. Allò que em vas preguntar a l'entrevista. De veritat. En tinc ganes, en tinc necessitat...

    Gràcies per haver-me fet pensar, gràcies per haver fet que ara, quan vagi a dormir, m'escolti a mi mateix.

    FINS AVIAT!

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  5. Carmen que bien escribes, como me gusta leerte, Un beso a los dos
    Ana

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  6. Blai moltes gràcies maco...i no només per llegir-me i deixar-me el comentari. Sino pel que tú ja saps.
    Petó gordo!!

    Ana, muchísimas gracias!!! Me hace mucha ilusión que me sigas la pista. Me acuerdo de tí más de lo que crees. Un beso fuerte.

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