lunes, 7 de febrero de 2011

LA CUADRATURA DEL CÍRCULO




 Mi hijo y yo, en uno de mis lugares favoritos: El aeropuerto de Barcelona

"Love's divine" Seal

Hace mucho tiempo que me rondaba una idea. Excusas eternas fueron postergando el momento de convertir esa idea en una realidad. No estoy preparada. No sabré hacerlo. Puedo herir a terceros. No gustará. Lo dejaré a medias. Me falta formación. Me abandonará la inspiración...Bla, bla, bla...Llegó el momento. Así de sencillo.

Las últimas entradas han sido coletazos que han dado mis dedos sobre el teclado, resistiéndose a aceptar lo evidente. A escuchar "la llamada"

Este blog nació hace 3 años y 9 meses y gracias a él he aprendido a moverme por la red, y lo que es mejor, a moverme por el laberinto de mis emociones y de mis pensamientos. Me ha acompañado, ha sido mi confesor, mi "amigo" incondicional. Me bastaba encender el ordenador, y podía deshaogarme hasta quedarme vacía. Aquí me tomé la temperatura a mí misma. Me pregunté: " A ver Carme ¿qué quieres contar? ¿cómo quieres hacerlo?" Dando así unos muy torpes pasos en esto de la escritura. Sé que no soy ni tan siquiera una aspirante a escritora, y no me cabe ninguna duda de que errores de todo tipo campan por todo "Mi plan de viaje" pero de lo que estoy muy contenta es de mi propia evolución personal.

No me he sentido sola. Sé que detrás de estos textos, de las fotos, han habido lectores que me han seguido en menor o mayor grado de implicación. Aquí ha sido dónde me he refugiado cuando me he sentido sola allí fuera...

Lectores que llegron aquí por casualidad, algunos a los que les dí yo misma el enlace, otros por recomendación de alguien. Los que nunca me han dicho ni una palabra escrita, los que lo han hecho escondiéndose en el anonimato que presta internet. Los que me han leído y seguido sin faltar ninguna semana, pero que nunca se han tomado la molestia de alentarme con un comentario. Y el único lector que no ha fallado ni una vez desde que conoció mi blog: Víctor. A tí quiero darte las gracias especialmente porque no sabes las sonrisas que me has sacado al ver que ahí dejabas tu huella. Los ánimos que me has dado más de una vez sin pretenderlo. Y a todos los que me habéis felicitado, a todos los que os he hecho pasar unos minutos de reflexión, de sonrisas, de saber algo más de mí, o tal vez de vosotros mismos.

Aquí llegué hablando en singular, y salgo hablando en plural (mi hijo y yo) he ido superando una a una las fases de mi divorcio, asimilado desamores, amistades que no lo eran, burlas, errores que cometí, tropiezos, sueños rotos, he vertido parte de la vergüenza cuando me he sentido una fracasada, he venido a exhibir mi orgullo cada vez que he conseguido un triunfo.

Todo esto ya hace que Mi plan de viaje sólo me haya aportado cosas buenas.

Pero nada dura para siempre. Todo inicio tiene su fin. Y siento que la hora de dar por concluido Mi plan de viaje ya ha llegado. Un nuevo proyecto me aguarda. Aunque quisiera, no puedo retrasar más el ponerme manos a la obra. Es algo que lleva demasiado tiempo llamando a la puerta. Ha urdido diversas formas de ponérseme delante y siempre lo he esquivado. Hasta hoy.
Y me voy como llegué...con una entrada que no es otra cosa que una salida.

Cierro la puerta con una sonrisa y con mucha emoción. Pena porque, por mucho que se empeñe la moda, en realidad nada vuelve. Todo lo vamos dejando atrás. Aquí quedan buenos recuerdos, sonrisas, lágrimas de aprendizaje...cada cosa en su lugar y mecido en la calma que acompaña al silencio. A partir de hoy, sólo el polvo se acumulará entre estos escritos.

Como decía Forrest Gump "la vida es una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar" y así es como me siento; no sé qué ocurrirá a continuación. Desearle a todo lector que sepa reconocer la felicidad. Que pueda descubrir cuál es su camino, y sobre todo que sea fiel y honesto consigo mismo.

Os envío un abrazo, un beso y amor. El amor, ése motor que mueve el mundo, y que a veces parece una quimera. Y recuerda: SÓLO TENEMOS UNA.


Soplan nuevos vientos. Gracias por acompañarme éste tramo del camino.

domingo, 6 de febrero de 2011

37 gatos y 12 perros

Huellas de mi hijo y mías, estas navidades en Alemania

"Eden Roc" Ludovico Einaudi

Seré una desagradecida. Pero no quiero leer ni oír más "no estás sola" Esas palabras sólo puede pronunciarlas mi hijo.

Me regodeo en la hipocresía de algunas personas. Es duro ser madre y estar sola. No importa si me encuentro mal o bien. Cuando mi hijo me reclama, ahí estoy. Al pie del cañón.
Cuántos padres, y sobretodo madres, se tienen que tragar sentimientos encontrados. Momentos en los que lo lanzarías todo a la basura. No saldrías de la cama. Desearías dar marcha atrás, hasta el momento antes de la concepción. Sí, así es.

La autocompasión, a veces nos lleva a hacernos masturbaciones mentales. Nos sentimos los más desafortunados en infelices del planeta. Creemos que nadie nos comprende.

Por eso hace tiempo aprendí lo importante que es algo tan sencillo como abrir los ojos y las orejas. Mirar a nuestro alrededor. Oír a todo aquél que esté dispuesto a contarnos parte de su historia.

El viernes andaba yo agobiadilla, con el frío que hace en la calle y el costipado que acabó de dar la cara (y del que hoy debo estar en su último día de la fase aguda) cuando un vagabundo me habló. Y con una sola frase me recordó lo afortunada que soy. Que sí, mal de muchos consuelo de tontos. Pero me ayudó mucho cuando me dijo "yo no tengo a nadie" Añadió que tenía 37 gatos y 12 perros. Que por ellos salía cada día a buscar comida. Estremecedor.

Puedo imaginarme qué debe ser no tener a nadie. Me lo puedo imaginar. Y no sé qué es más triste: si tener a alguien, pero como si no lo tuvieras, con lo cual no puedes recurrir. O no tener a nadie, llanamente.

Tengo a mi hijo. Él es mi columna vertebral. Mi elixir de la vida. Mi aurora boreal como ya dije en otra entrada de este blog.
Él me perdona cuando me enfado más de lo que tocaría. Me sonríe y me dice "te quiero" cuando siente que estoy agotada, irritada, triste. Me recuerda que no hay que rendirse. Me enseña que aunque no tenga "mayores" a los que recurrir y pedir ayuda, le tengo a él. En su cuerpecito alberga toda la energía, la alegría, la fuerza, que a veces me faltan a mí y me regala pequeñas dosis para que yo pueda continuar.

Y estoy dispuesta a enseñarle todo lo que pueda, acompañarle hasta cuándo sea, y aprender de él al máximo. Y sobretodo, descubrir el mundo a su lado.

Pero hay días en los que me quedo con la mirada perdida y pienso en cómo sería si tuviera a alguien al lado...

STAND STILL




"Gensound" Gensound


De vez en cuando me preguntan: ¿no te incomoda hablar de cosas tan íntimas así, en internet? ¿no te importa que pueda leerlo cualquiera? No, no me importa. Porque lo que yo considero íntimo es qué clase de madre me considero, la intimidad de mi casa, mis días con mi hijo, tal vez, y depende del humor que tenga, también considero íntimo si últimamente no me apetece masturbarme con la misma frecuencia...y por supuesto la vida privada de mis amigos, de gente que conozco y puntualmente me han abierto un poco su corazón, sus preocupaciones...quiero decir, que lo que aquí escribo, no me importa que puedan leerlo ajenos.

Son mis reflexiones sobre qué y cómo me afecta. Naturalmente con el filtro que no escribo sobre TODO lo que me preocupa o me hace feliz...¿o quizá sobre esto último sí?
De acuerdo, hablé hace unos pocos meses de que me había enamorado (y me salió rana-sapo) pero fue terapéutico hacerlo.Necesitaba sacar y sacar todo lo que me generaba ese estado.

Últimamente estoy muy cansada. Sólo trabajo y cuido de mi hijo. ¡Y casi me falta el aire para respirar! Leer y escribir, dos actividades que me cargan las pilas, apenas puedo dedicarles un poco de tiempo. No el que quisiera.

Estos días he sido consciente de algo muy importante. Tomar consciencia de ello me ha llevado esta semana a hacer algo que no había hecho nunca antes: quedarme quieta. ¿Simple, verdad?

No salirme de lo habitual. Limitarme a la rutina, que además ya contiene momentos emocionantes y excitantes por sí misma. Como para generar un infarto, según el día.

No sé hasta cuándo, pero de momento se acabaron los movimientos frenéticos, convulsos, alocados. Estoy exhausta. Como si hubiera estado corriendo como un animal escapando de su depredador.

Amar, enamorarse, sentirse amado ¿Quién no lo busca? Sí, quienes ya lo han encontrado, pero esos no cuentan. Con más o menos tesón, con mayor o menor obsesión, pero creo que lo hacemos todos. Por eso no me siento rara, ni me da vergüenza escribir sobre ello aquí.

Mis amigos, gente con la que he hablado del tema, comentan que el amor aparece cuando menos lo esperas. A mí, me váis a tener que disculpar, pero los topicazos me tienen aburrida. Creo que el amor aparece, lo encuentras o te encuentra. Te lo tropiezas, o lo acabas aceptando por mucho que lo rechaces de plano. A veces le das la espalda, y otras no llega nunca.

Pues en esas me encontraba yo, cuando hace poquito me di cuenta de lo cansada que estoy de buscar. Y además, ojo a la energía, y esfuerzos que le he dedicado.

No hay enfado, ni tristeza. Sólo agotamiento y sensación de haberme liberado. Siempre el mismo proceso: ilusionarse------decepción.

Le voy a dar unas merecidas vacaciones a mi corazón. Casi puedo oír sus jadeos intentado recobrar el aliento. Y es tan sencillo como quedarme quieta. No hacer ni un movimiento que se salga de lo habitual. Protegerme en mi rutina. Cumplir con mis obligaciones. Y "el resto" tendrá que esperar a que me recupere a que tenga ganas, o a que me encuentre ese alguien que no sé dónde coño se ha metido (uy! perdón, no quería decirlo así)

Me toca encontrar inspiración y tiempo para próximas entradas. Ando falta de las dos cosas. Porque no creo que interese que explique que hoy he hecho por primera vez una salsa roquefort (con queso azul alemán) que me ha quedado para llorar (por rica, ¿eh?) o que mañana me voy al Museu de la Ciència con mi hijo que le gusta mucho y lleva días pidiéndomelo.

Lo que digo: falta de tiempo y falta de musa...