Toda revolución social, empieza SIEMPRE, por una revolución individual. El problema es, que una mayoría ha confundido y trasfundido el individualismo hasta el egoísmo negativo (aquel que no repercute en nada positivo hacia el otro. Porque, como algunos parecen desconocer, existe un egoísmo positivo: aquel que ejerciéndolo yo, influye de forma positiva a mi alrededor. ¿Ejemplo? "Quiero ser mejor persona").
Pero, el individualismo es imprescindible. Vale de demagogias y reivindicaciones hechas a traspiés. A aquellos que tildan con desdén de individualistas a los que procuramos mejorarnos nosotros, para mejorar nuestro alrededor, les digo que no se han enterado de qué va la película. Seguid insultando al grupo, mientras les gritáis "¡Estáis atontados!" Dilapidáis energía, porque sería infinitamente más constructivo, acompañar desde el cariño y respetando los momentos vitales personales; mostrar cual es el camino de salida del estado de "intoxicación" y de letargo en el que nos han sumido durante mucho tiempo.
La masa crítica, vital para el cambio que anhelamos, se compone de individuos. Individuos que, si ejercen su INDIVIDUALIDAD de forma positiva, suman una masa social, (minoritaria en un principio pero, in crescendo progresivamente) esencial para activar el cambio.
Y entonces el proceso de cambio será imparable e invencible.
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