sábado, 12 de junio de 2010

NADA ES ETERNO

Doesn't mean anything. Alicia Kiss
Cada vez que veo un final feliz en el cine, sonríen mis labios y mi alma. Me siento reconfortada por aquéllos que tuvieron finales tristes. Vidas truncadas demasiado pronto, algunas cuando ni tan siquiera habían florecido. Ella ha pasado hasta en cuatro ocasiones de refilón por mi lado. Vino y se llevó, uno a uno a los que me abrieron el camino. Se llevaron la peor parte. Víctimas de la ignorancia, la miseria, la pobreza y lo más ruín del Ser Humano.

Una sonrisa, carcajadas, una mirada, un gesto con las manos, un despertar, una ilusión construida sobre papel mojado, sueños de cristal...es curioso los recuerdos que nos quedan de otras personas.

Y ayer, durante 4 horas, creí que quizá ya era mi momento. Durante ése tiempo, más que nunca, los pensamientos fueron imágenes fugaces. Surgían en mi cabeza cómo una neblina formándose a cámara rápida, y a igual velocidad se esfumaban porque llegaba otra imagen, y así sucesivamente.

Por unas horas el tiempo se detuvo para mí. Lo sentí cómo petrificado a mi paso, incapaz de mantener el ritmo ininterrupido que marcan los segundos, los minutos, las horas.Y me pregunté qué recuerda un adulto cuando era un niño de tres años. El pánico me paralizaba al pensar que no vería crecer a mi hijo. Y las lágrimas hacían que me sentara en la cama cuando pensaba que no recordaría a su madre...el temblor de mis manos, no hacía más que entorpecer el movimiento de mis dedos, que incapaces querían marcar en el teléfono.

Ayer creí que algo andaba mal en mí. A las 17:15h salía de la consulta aliviada, incrédula, algo aturdida y todavía con el dolor en la garganta de quién ha contenido el llanto.
Recordarnos contundentemente (a veces es necesario) que no estaremos aquí eternamente. Que algún día, al levantarnos, será la última vez que lo hagamos.

Algunas personas que me conocen, piensan que soy rara. Cuando me enfado, me pongo nerviosa y a veces grito, cuando soy feliz, sonrío, río a carcajadas; cuando estoy triste, lloro; también lloro de felicidad, ante la ternura...creo que cuando me han dicho "rara" querían decir EMOTIVA. No sé vivir con las emociones hacia dentro.

Cuando te sucede algo cómo lo que me ocurrió a mí ayer, de repente todo cambia de color, de forma, de tamaño. Lo grande se hace pequeño, lo pequeño so convierte en lo más grande; casi todo se vuelve blanco; lo peliagudo se transforma en cándida sencillez. Lo que ocupaba el centro de tu mente se esfuma, y lo que ocupa una pequeña porción de tus pensamientos, se convierte en protagonista absoluto.
En un chasquido de dedos, todo se coloca dónde debe estar. Absolutamente todo. Un silencio inmaculado te rodea, te quedas sola sin importar si estás en el metro de camino a casa. La mirada clavada en el suelo, en las puertas, pero no ves nada ni a nadie. Tan sólo pensamientos, preguntas sin respuesta, arrepentimiento por no haber hecho, dicho.

La "paja" se aparta cómo barrida por una brisa helada que en realidad es la muerte que crees que ha llegado antes de lo que creías, y entonces ves claro lo que antes ni adivinabas. Lo ves justo frente a tí.
Tomas consciencia de tu manera de vivir un tanto inconsciente. Atada a vicios, rituales dañinos, inercias perjudiciales para el espíritu, miedos que aportan moho a la maravilla de la Vida. La vida es un tesoro...un tesoro que acaba descuidado en un cofre, atrapado en la telaraña que nosotros mismos tejemos, relegando TODO, lo importante a mañana. Formas de vivir que existen tan sólo en nuestros pensamientos.

Debo reconocer que también pasó por mi cabeza, por unos segundos, que mi vida no había sido malgastada. El despilfarro fue disminuyendo a la vez que la juventud. Dilapidar energía, juventud, frescura, la mecha incombustible en la que queman sueños, ideas propias de quién tiene todo el tiempo del mundo...ví que lo errático había sido el rumbo.
Pero la hiel no empañaba mis palabras de amargura. Tristeza por él, por mí, por no verlo crecer. Fue mi primer y vital pensamiento cuando comenzó y terminó todo.

Cómo bañarse en el Jordán, la sensación de una "falsa" segunda oportunidad confundida con un "volver a empezar", y alguien susurándome: "aprovéchala"

Hay que vivir cómo pensamos, no al revés. Y atreverse a sacar lo mejor de nosotros mismos sin esperar a nada. Tenemos el hoy, el ahora. El Ser Humano funciona muy bien con ultimatums...pero no debería ser así.
La llave está en uno mismo. No esperes a que la muerte se disfrace y juegue a "sólo es un simulacro" porque el susto es considerable.

Tienes una hoja en blanco en la que puedes escribir lo que desees. En lápiz, tinta o colores. Tú eliges.

Yo ya he hecho mis promesas, que en realidad son nuevas pautas de conducta; una nueva carta de navegación, y esta SÓLO tiene un fin: cumplirse.

7 comentarios:

  1. Hola Carme

    me alegro de que todo quedara en un susto, y de que poco a poco vayas recuperándote del sobresalto.

    Hoy no tengo la cabeza para elaborar cosas bonitas ni reflexiones profundas; tan sólo te diré que me alegro de que estés bien, te quiero tener como amiga muchos, muchos años, un besazo.

    Silvia

    ResponderEliminar
  2. Hola Silvia, gracias por tus palabras. Hay momentos que me pregunto por qué sigo escribiendo...si parece que estoy aquí solita...

    Un abrazo guapa, idem ;-)

    ResponderEliminar
  3. Buenas Carme!! que es lo que ha pasado.... Este relato en especial me hace pensar y por eso me gusta leerte.

    Me alegro que lo que fuera solo solo haya sido un susto, y si encima le sacas provecho, mejor que mejor.

    Un abrazo y mil besos!

    ResponderEliminar
  4. Víctor un susto muy feo...pero ya está; lo que tu dices...aprender y aprender!!
    Gracias por tus palabras y por hacerte seguidor!!!! :-))) ME HA HECHO MUCHA ILUSIÓN!!! tanta que te perdono que no me hayas enviado una postal desde India.

    Otro abrazo guapo!

    ResponderEliminar
  5. Víctor un susto muy feo...pero ya está; lo que tu dices...aprender y aprender!!
    Gracias por tus palabras y por hacerte seguidor!!!! :-))) ME HA HECHO MUCHA ILUSIÓN!!! tanta que te perdono que no me hayas enviado una postal desde India.

    Otro abrazo guapo!

    ResponderEliminar
  6. Carme, qué susto, ¿no?

    Por ser lo primero que leo en tu blog, ya me ha dado mucho qué pensar...

    No nos damos cuenta y el día menos pensado puede cambiar todo. Tenemos que aprender a vivir el día a día, a cumplir nuestros sueños... es lo más importante. Tenemos que ser felices y no pensar en el mañana, pues éste, no depende de nosotros, depende del tiempo.

    Y el tiempo es nuestra gran suerte, y a la vez, nuestra gran desgracia, una cadena de la que no podemos escapar...

    Me ha encantado, Carme. Me gusta emocionarme, y con los ojos vidriosos, te digo, que lo has logrado, has logrado transmitirme algo muy, muy importante.

    Gracias y Carpe Diem!

    ResponderEliminar
  7. Carpe Diem Blai :-)
    Me encanta verte aquí.

    Un abrazo,
    CC

    ResponderEliminar