ABRIL

Abril se marcha cómo llegó: con la suavidad y dulzura que encierran sus letras.

Me he deslizado, casi rozando el suelo por este mes de abril. Me he sentido más liviana, feliz y tranquila.
He tenido ocasión de contrastar lo caprichosa que puede ser la belleza; le gusta adoptar formas diferentes, que quizá no entran a primera vista...cómo si tanta belleza sólo fuese apta para unos pocos.

Me he sentido cómo los felinos, ante algo que ha llamado mi atención y que descubrirlo no es todo lo fácil que me gustaría.

El otro día, volví a cruzarme con una de esas figuras que a veces llamo "mensajeros" "ángeles" alguien que porta un mensaje exclusivo para tí en el momento preciso. Me dijo que la realidad es inmutable, que lo único cambiante somos nosotros. Fue el camarero del bar dónde yo almorzaba.

Se comparta o no está afirmación, habría que estar ciego para no darse cuenta de lo bueno que me deja el mes de abril.

El próximo 31 de diciembre, 4 pensamientos estarán en mi brindis para despedir este 2010, tan cierto cómo que después del relámpago llega el trueno.

Tim, el niño autista que me miró a los ojos durante 2 segundos y me besó.
El poder abrazar a amigos que viven lejos.
El libro dedicado a mi y a mi hijo. Gracias Jorge.
La lección-recordatoria: hay que ceder el paso y ser humilde.

Los últimos días de abril traerán los primeros días de mayo. Y así, día tras día, noche tras noche se construye la vida. Es cómo si se formara previamente como una neblina que encierra un mundo irreal, dónde cohabitan sombras, sueños, deseos, miedos, esperanzas, y gradualmente todo adquiriera la consistencia precisa para formar parte de la materia.
Un segundo es lo que separa el mañana del ayer. El futuro se despierta a nuestro lado cada mañana, y el ayer se desvanece en silencio dejando tras de sí recuerdos que van volviendo a nosotros cómo mecidos por las olas.

Y es sólo en los grandes momentos, cuando podemos darnos cuenta de lo majestuoso. Así que cerraré el mes dando gracias por la tregua que se me ha otrogado. Un regalo camuflado entre sonrisas, miradas, besos, sutilezas y...
Momento grande este en que puedo escribir lo que acabo de escribir.