domingo, 2 de mayo de 2010

PURA COMO LA FLOR DE LOTO







La flor de loto representa la pureza de corazón y de mente. Y ella es así.

Ella tiene nombre bíblico y no sabe qué le ha visto a él...sólo sabe que cuando está frente a frente, tiembla. Le ve un día a la semana, y anhela que transcurran los seis días a toda velocidad para poder pasar esos 15' en el mismo cuarto que él.

Noventa kilos bajo una tez tan blanca como las primeras luces del alba y casi 1'80 cm de altura. Es una mujer con una imponente presencia física. Su voz es agradable y con una musicalidad que hace que quieras seguir oyéndola hablar.

Ella ríe y el ambiente se llena de corcheas; armonia que queda suspendida hasta extinguirse segundos después que su risa.

Dueña de una mirada directa, franca, serena y que da la impresión de que vé todo lo que hay en tí. Y la verdad, es que Aria (vamos a llamarla así) es una mujer bonita...pero ella no lo sabe; es más, está absolutamente convencida de que ningún hombre podría fijarse en ella.

Y aquí, reside el halo melancólico que irradia. En su errónea convicción de que no tiene nada que ofrecer, de que no hay nada en ella que él pueda desear.

Aria tiene una capacidad de escuchar cómo pocas, y te habla desde un corazón puro, franco. Permite el acceso a su interior sólo si le hablas con el corazón. Hace oídos sordos a todo aquéllo cargado de hostilidad, banalidad, rúin, superficial y no tolera la contaminación de "ectoplasmas" disfrazados de seres satisfechos de su vida y que se esconden bajo una sonrisa que inspira de todo menos simpatía.

Mientras, él permanece ajeno a la revolución que con su presencia genera en Aria.

Mi intención con esta reflexión es exteriorizar todo lo que Aria me despierta. Yo también la veo un día a la semana. Hace más de un año que tenemos trato.
La linea divisoria, el instante en que compartes una intimidad, el momento en que se produce la conexión, se dio la semana pasada. Y el paso lo dio ella. Ella me escogió para abrirme su corazón. Ése corazón tan puro; quiso mostrarme lo hermoso que hay en las personas: la capacidad de amar, de enamorarnos.

Aria, si lees esto estoy segura de que llorarás...no te reprimas. En el camino se lloran muchas veces, y casi siempre son lágrimas para eliminar lo que enturbia nuestra alma. Decidir tu propia vida es un paso que no todo el mundo puede dar. Se necesita ser valiente y fuerte. Habrán momentos, personas que te harán llorar o reír, pero TODO te hará crecer. Detente cada vez que lo necesites para recobrar el aliento e intenta mirar atrás tan sólo para comprobar el trecho del camino que llevas recorrido. Vale la pena, créeme.

Respecto a si él te corresponde. Déjame decirte que es algo que deberás descubrir tú...pero considera por un momento si fuese cierto aquéllo de que uno no puede ver en los demás lo que no hay ya en sí mismo. Quizá sea cierto.

Y cuando descubras lo bella que eres, no lo olvides nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario